sábado, 15 de noviembre de 2014

PREMIO NACIONAL MEC A NUESTRO BLOG COLABORATIVO PALABRAS AZULES. Escritura creativa.




Es un honor y un placer  formar parte de este proyecto colaborativo de ámbito estatal PALABRAS AZULES. He colaborado con cuatro entradas referidas a lenguaje oral con la tarea de mensajes al mundo, lenguaje escrito con la tarea de escribir mi primer libro y las tareas generales de mi colegio Mamés de Ejea: Radio Escolar y Teatro fin de Etapa. Felicidades a todo el equipo de profesores que comparten generosamente su buen hacer trabajando por una escuela inclusiva de calidad. Es de justicia reocnocer la excelente labor de coordinación de un equipo inequívocamente liderado por Ana Galindo. 

sábado, 4 de octubre de 2014

Proyectos de trabajo. Recopilación de materiales.


Trabajando por proyectos: Propuesta de fases para su diseño y puesta en marcha from Javier Prieto Pariente



¿Trabajamos por proyectos?

¿Trabajamos por proyectos? ¿A qué nos referimos cuando hablamos de proyectos? ¿Es una metodología o una filosofía? Si los niños y niñas eligen el proyecto, ¿cómo queda concretado el currículum? ¿Cómo garantizamos unos conocimientos mínimos para todo el alumnado? 

La escuela no es la fuente principal de información para los niños, adolescentes y jóvenes en nuestra sociedad actual, conocida para acontecer la sociedad de la información, del conocimiento y de la formación permanente. Ante el bombardeo constante de información que recibimos, es primordial que los alumnos aprendan a organizar, interpretar, dar sentido y adoptar una mirada crítica de toda la información que reciben. El trabajo por proyectos, por lo tanto, da mucha importancia a los aspectos metacognitivos, es decir, a hacer explícito aquello que se sabe y aquello que se aprende, como también a la manera de tratar la información. La función de los proyectos, por lo tanto, es favorecer la creación de estrategias escolares en relación con:

 Aprender a tomar decisiones: proponer, argumentar, elegir…
  • Tratar la información: buscarla, organizarla, interpretarla, asimilarla,...
  • Transmitir la información: comunicarla, hacerla comprensible, compartirla, elaborarla…
  • Evaluar los aprendizajes: ser conscientes de qué que sabemos, de aquello que ignoramos, como lo hemos abordado...
 El trabajo por proyectos, así pues, contribuye al desarrollo de las competencias básicas y al aprendizaje de contenidos del currículum. Este tipo de metodología permite cualquier tipo de organización del grupo- clase; pero hay que tener en cuenta la importancia de la interacción (discusión, argumentación, planteamiento de cuestiones, …).

Un proyecto de trabajo se puede desarrollar siguiendo este guion:

1. Discusión y elección del tema a trabajar (entre el alumnado y el profesor).
2. Descubrimiento de los conocimientos previos y planteamiento de aquellas cuestiones que queremos investigar.
3. Confección del índice o del guion de trabajo.
4. Acuerdos referentes a la organización del grupo- clase, fuentes de información, temporalización,...
5. Investigación y aportación de información.
6. Ordenación y estructuración de la información.
7. Planteamiento y verificación de hipótesis, definiciones, …, a través de la información.
8. Establecimiento y explicitación de relaciones causales, de nuevas cuestiones, …
9. Desarrollo de los apartados del índice (en gran- grupo, pequeño- grupo o individualmente).
10. Confección del dossier de síntesis (Power Point, dossier escrito, …).
11. Evaluación del proceso seguido y concienciación de lo que se ha hecho y de lo que se ha aprendido.
12. Aplicación de lo aprendido a otras situaciones o establecimiento de nuevas relaciones.
13. Explicitación de perspectivas o temas que se han iniciado y que quedan para tratar.
Las diferentes fases del proyecto que hemos comentado anteriormente no son compartimentos estancos, sino que están interconectadas. El despliegue de un proyecto interdisciplinario no es lineal, sino que se basa en una conexión constante entre lo que ya se ha aportado, lo que se está construyendo y aquellos aspectos nuevos que se van incorporando. Este guion, por lo tanto, se tiene que caracterizar por la flexibilidad teniendo claro que cualquier proyecto interdisciplinario está siempre en constante construcción.
Hay que señalar, sin embargo, que actualmente la mayoría de proyectos interdisciplinarios que se llevan a cabo en los centros educativos son bicompetenciales (trabajan adecuadamente la competencia comunicativa y la competencia de tratamiento de la información). Sin embargo, un proyecto interdisciplinario competencial tendría que requerir como objetivo principal el despliegue del máximo posible de competencias transversales a lo largo de su desarrollo. Para que esto sea posible acontece fundamental que el proyecto plantee situaciones problema que hay que resolver a lo largo del proceso, tener en cuenta el trabajo de la democracia dentro del aula, incentivar la participación, poner a la práctica la evaluación continuada y dinámica, etc. 
Papel del educador
  • Definir el motor de conocimiento, el hilo conductor.
  • Adoptar un papel de orientador, de acompañante. 
  • Prever los contenidos (conceptuales, procedimentales y actitudinales) que se trabajarán.
  • Fomentar la participación y mantener la orden.
  • Ayudar a la aportación y tratamiento de la información.
  • Ayudar a la evaluación y recapitular el proceso seguido.

Papel del alumno

El alumno tiene que estar, en todo momento, atento, participativo y activo en su proceso de aprendizaje.

Evaluación

La evaluación se tiene que caracterizar por ser activa y dinámica. Para qué esto sea posible, acontece muy importante hacer uso de tres tipos de evaluación: 
Evaluación inicial: explicitación y concienciación de lo que cada cual sabe del tema.
Evaluación final o sumativa: se propone que sea a través de preguntas abiertas.
Evaluación formativa: Reelaboración y reestructuración del índice. Concienciación de lo que se ha aprendido.

Información extraída de: 
Os recomendamos...
http://www.grao.com/coberta/llibre/w75/EP048f.jpg




viernes, 19 de septiembre de 2014

Carles Capdevila.

COSAS DEL MAESTRO. En aquel tiempo, Jesús subió a la montaña y, sentándose en una gran piedra, dejó que sus discípulos y seguidores se acercaran. Tomando la palabra, les enseñaba diciendo:"Bienaventurados los pobres, porque de ellos es el Reino de los Cielos. Bienaventurados los...". Entonces Pedro le interrumpió: ¿Esto hay que aprendérselo de memoria?. Y luego Andrés: ¿Quieres que lo copiemos?. Y Santiago: ¿Hay que examinarse de esto?. Y Felipe dijo: No tengo papiro. Y Bartolomé: ¿Te lo tenemos que entregar?. Y Juan: ¿Puedo ir al baño?. Y Judas: ¿Y esto para qué sirve?. Entonces, uno de los fariseos presentes, que nunca había enseñado o hacía mucho que no lo hacía, le pidió a Jesús la Programación. Ante el desconcierto del Maestro, le inquirió: ¿Cuál es tu nivel de competencia curricular? ¿Cómo atiendes a la diversidad? ¿Cómo has diseñado la atención diferenciada para la motivación de palestinos y gentiles? ¿Qué significatividad tiene el material de aprendizaje que usas?. A Jesús se le llenaron los ojos de lágrimas y, elevándolos al Cielo, pidió...¡la jubilación anticipada!

Largo pero interesante: 'Una siesta de doce años' Carles Capdevila / Periodista. 
Educar debe de ser una cosa parecida a espabilar a los niños y frenar a los adolescentes. Justo lo contrario de lo que hacemos: no es extraño ver niños de cuatro años con cochecito y chupete hablando por el móvil, ni tampoco lo es ver algunos de catorce sin hora de volver a casa. Lo hemos llamado sobreprotección, pero es la desprotección más absoluta: el niño llega al insti sin haber ido a comprar una triste barra de pan, justo cuando un amigo ya se ha pasado a la coca. Sorprende que haya tanta literatura médica y psicopedagógica para afrontar el embarazo, el parto y el primer año de vida, y que exista un vacío que llega hasta los libros de socorro para padres de adolescentes, esos que lucen títulos tan sugerentes como Mi hijo me pega o Mi hijo se droga. Los niños de entre dos y doce años no tienen quien les escriba. Desde que abandonan el pañal (¡ya era hora!) hasta que llegan las compresas (y que duren), desde que los desenganchas del chupete hasta que te hueles que se han enganchado al tabaco, los padres hacemos una cosa fantástica: descansamos. Reponemos fuerzas del estrés de haberlos parido y enseñado a andar y nos desentendemos hasta que toca irlos a buscar de madrugada a la disco. Ahora que al fin volvemos a poder dormir, y hasta que el miedo al accidente de moto nos vuelva a desvelar, hacemos una siesta educativa de diez o doce años. Alguien se estremecerá pensando que este período es precisamente el momento clave para educarlos. Tranquilo, que por algo los llevamos a la escuela. Y si llegan inmaduros a primero de ESO que nadie sufra, allá los esperan los colegas de bachillerato que nos los sobreespabilarán en un curso y medio, máximo dos. Al modelo de padres que sobreprotege a los pequeños y abandona los adolescentes nadie los podrá acusar de haber fracasado educando a sus hijos. No lo han intentado siquiera. Los maestros hacen algo más que huelga o vacaciones, y la educación es bastante más que un problema. Pido perdón tres veces: por colocar en un título tres palabras tan cursis y pasadas de moda, por haberlo hecho para hablar de los maestros, y, sobre todo sobre todo, porque mi idea es -lo siento mucho- hablar bien de ellos. Sé que mi doble condición de padre y periodista me invita a criticarlos por hacer demasiadas vacaciones (como padre) y me sugiere que hable de temas importantes, como la ley de educación (es lo mínimo que se le pide a un periodista esta semana). Pero estoy harto de que la palabra más utilizada junto a escuela sea ‘fracaso’ y delante de educación acostumbre a aparecer siempre el concepto ‘problema’, y que ‘maestro’ suela compartir titular con ‘huelga’. La escuela hace algo más que fracasar, los maestros hacen algo más que hacer huelga (y vacaciones) y la educación es bastante más que un problema. De hecho es la única solución, pero esto nos lo tenemos muy callado, por si acaso. Mi proceso, íntimo y personal, ha sido el siguiente: empecé siendo padre, a partir de mis hijos aprendí a querer el hecho educativo, el trabajo de criarlos, de encarrilarlos, y, mira por donde, ahora aprecio a los maestros, mis cómplices. ¿Cómo no he de querer a una gente que se dedica a educar a mis hijos? Por esto me duele que se hable mal por sistema de mis queridos maestros, que no son todos los que cobran por hacerlo, claro está, sino los que son, los que suman a la profesión las tres palabras del título, los que mientras muchos padres se los imaginan en una playa de Hawái están encerrados en alguna escuela de verano, haciendo formación, buscando herramientas nuevas, métodos más adecuados. Os deseo que aprovechéis estos días para rearmaros moralmente. Porque hace falta mucha moral para ser maestro. Moral en el sentido de los valores y moral para afrontar el día a día sin sentir el aprecio y la confianza imprescindibles. Ni los de la sociedad en general, ni los de los padres que os transferimos las criaturas pero no la autoridad. ¿Os imagináis un país que dejara su material más sensible, las criaturas, en sus años más importantes, de los cero a los dieciséis, y con la misión más decisiva, formarlos, en manos de unas personas en quienes no confía? Las leyes pasan, y las pizarras dejan de ensuciarnos los dedos de tiza para convertirse en digitales. Pero la fuerza y la influencia de un buen maestro siempre marcará la diferencia: el que es capaz de colgar la mochila de un desaliento justificado junto a las mochilas de los alumnos y, ya liberado de peso, asume de buen humor que no será recordado por lo que le toca enseñar, sino por lo que aprenderán de él. Carles Capdevila / Periodista

domingo, 22 de junio de 2014

Se jubila Mariano Coronas CAbrero. Maestro de Escuela en Fraga. (Huesca). Mi homenaje.


¡GRACIAS, GRACIAS! ¿Cómo agradecer vuestra sorprendente presencia y vuestras generosas aportaciones; las palabras que me dedicasteis y las emociones que se pusieron en funcionamiento... Quedé asombrado ante la extensión y precisión de vuestros recuerdos... Ayer me confirmasteis (¡y no sabéis cómo me alegro!) que mi teoría del “poso fértil” no estaba equivocada. Las maestras y los maestros aún podemos inocular algunos virus benignos en el alumnado y, con el paso del tiempo, todas esas palabras junto a nuestro comportamiento, nuestro ejemplo, nuestra actitud... se depositan en el interior de cada cual (poso fértil) y es allí donde podrá crecer en el futuro algo nuevo, hermoso y memorable. Ayer por la tarde-noche, vuestras palabras, vuestros gestos y vuestra presencia dejaron en mi interior tal cúmulo de emociones: llanto, risas... que ya veremos cómo gestiono yo ese poso fértil que me inoculasteis. Fui enormemente feliz; el mejor regalo que podía recibir en este tiempo de jubilación que me va a colocar en otra situación, pero en la que vosotros y vosotras seguiréis siendo personas importantes.
¡GRACIAS, GRACIAS!